¿Los robots nos van a quitar el trabajo?
En enero se inauguró una nueva clase de tienda de conveniencia en el sótano de la sede de Amazon en Seattle. Los clientes entran, escanean sus teléfonos, eligen lo que quieren de las estanterías y se van de nuevo. En Amazon Go no hay cajas ni cajeros. En su lugar, es lo que el gigante de la tecnología llama “simplemente salir de compras”, hecho posible por una nueva generación de máquinas que pueden detectar qué cliente es qué y qué están eligiendo de las estanterías. En un minuto o dos después de que el comprador sale de la tienda, aparece un recibo en su teléfono por los artículos que ha comprado.
Esta es la forma de las cosas que vienen en la venta al por menor de alimentos. El cambio tecnológico está ocurriendo rápidamente y tiene ramificaciones económicas, sociales y éticas. Amazon Go tiene un inconveniente, aunque los consumidores se benefician de precios más bajos y no pierden tiempo en las colas. La tienda sólo está abierta a compradores que puedan descargar una aplicación en su smartphone, lo que descarta a los que dependen de los cupones de alimentos de bienestar. La vigilancia constante significa que no hay robos en las tiendas, pero tiene un olor a Gran Hermano.
Mayo 22, 2018